ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

jueves, 15 de enero de 2009

UN DESEO PARA TÍ


Te deseo primero que ames, y que amando también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar,

no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser

sin desesperar.


Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso

malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que

por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin  dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que,

algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.

Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea

justo, para que no te sientas demasiado seguro.


Te deseo además que seas útil, más no insustituible,

y que en los momentos malos, cuando no quede más nada,

esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.


Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los

que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con

los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que

haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.


Te deseo que siendo joven no madures demasiado

deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,

y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es

necesario dejar que influyan entre nosotros.


Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino

apenas un día. Pero que en ese día descubras que la

risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y

la risa constante es malsana.


Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por

encima y a pesar de todo, que existen, y que té

rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y

personas infelices.


Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro

y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto

matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más

minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento,

para que descubras de cuantas vidas está echo un árbol.


Te deseo, además, que tengas dinero, porque es

necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por

año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:

"esto es mío", sólo para que quede claro quien es él

dueño de quien.


Te deseo también que ninguno de tus afectos muera,

pero que si muere alguno, puedas llorar sin

lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.


Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena

mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre,

mañana y al día siguiente, y que cuando estén

exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para

recomenzar.


Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más

“Nada que desearte."


Víctor Hugo

(Envío y colaboración de Natalia O.  R. )

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