¿Buscas justicia?
¿Deseas un mundo más justo?
¿Crees que serás más feliz con un mundo más perfecto?
Punto de partida: Si yo, con mi comportamiento, acciones, palabras… controlo tus sentimientos y tus reacciones… Está claro que tengo un poder en ti. Si te das cuenta, cuando yo puedo en ti, tú no puedes en ti. Cuando yo hago saltar tus alarmas automáticas interiores ¿Eres capaz de apagarlas? ¿Eres capaz de no darle importancia?
Uno de los sentimientos más comunes que nos hace sentir con poca libertad, es cuando otros nos manipulan y no sabemos como hacerle frente. Cuando la actitud y el comportamiento de otros despierta ciertos sentimientos “Yo no soy así, pero es que… no lo soporto”.
Es una trampa pensar en términos de “Lo correcto”
Eso quiere decir que esperas, pides silenciosamente, quieres garantía de que los comportamientos de esas personas sean correctos. En el fondo esperas que llenen tus expectativas, si no lo hacen, te desilusionas, te enfadas etc.
Si esa actitud la mantienes por mucho tiempo, logras enfermar. La trampa está en pensar que todo el mundo debe obrar bien, ser justo, que nadie puede mentir u ocultar información. La trampa está en que condiciona tu felicidad a lo que hagan o dejen de hacer otras personas, pensar así te convierte en una presa fácil para la manipulación y le concedes el poder a los demás para ser o no feliz.
Una cosa te diré con claridad, tú eliges ser feliz, desgraciada o desgraciado, enfadarte, malhumorarte etc. pero esa elección que haces, nada tiene que ver con la falta de justicia que puedas ver a tu alrededor. Me explico, tu tienes unos patrones mentales que te hacen difícil digerir una realidad normal del ser humano (violencia, discusiones, droga,…) realidades que siempre han existido a lo largo de la historia.
Por lo tanto, lo que te provoca sufrimiento es tu patrón interno y no la sociedad en la que vives o las personas de tu entorno. Es más fácil y sano cambiar tu patrón interior, que tratar de cambiar a los demás; es más, cuando cambias tú, surge la magia del cambio a tu alrededor.
Cuando dices: ¡No es justo!!! ¿Qué estás diciendo?...
La justicia es una trampa que te hace creer que si ella no existe, no serás feliz o no te sentirás tranquilo/a. Todo comportamiento, toda idea, toda exigencia que te impide ser feliz y te aleja de la realidad, es dañina y habrá que cuestionarla.
Cuando te castigas a tí mismo/a o a los demás, te haces daño, te enfermas y te alejas de tu paz interior y de las buenas relaciones con tu entorno. Se comete un grave error al pensar que cuando se busca la perfección, la justicia, lo puro… seremos más felices y el mundo tendrá más paz y todo será mejor.
Es una trampa dividir la vida en blanco o negro, eso es ser extremista y radical. Hay zonas difusas que van entre el blanco y el negro, donde caminamos la mayoría de los mortales, no somos perfectos. Pretender la perfección, la pureza, la castidad, la justicia, tanto en ti como en los demás, es un deseo mortal capaz de robarte tu felicidad.
Colaboración de su autor: Juan Carlos Green
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