ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

sábado, 7 de febrero de 2009

UNA HISTORIA SOBRE LA HUMILDAD


Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte.  
 
Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le habían olvidado las gafas en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo a la hora de opinar y lanzar al aire críticas feroces a las obras. 
 
Tan pronto entraron en la galería, comenzó a comentar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro".  
 
El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".  

El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, - estás mirando un espejo-".  

En ocasiones, tardamos en reconocer, admitir y aceptar nuestras propias faltas, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás.  "Vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio".  Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil negarlas que reconocerlas. Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.  

El que encubre sus faltas no prosperará, más el que las admite con humildad alcanzará misericordia y crecerá como persona. 

Desconozco el autor/a.

Envío realizado por Juan Lorenzo Santana Medina.

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