En la antigua Grecia, Sócrates, fue un hombre reconocido por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.
Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
-¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?...
-Antes de decirme nada, quisiera que respondieras a unas cuestiones muy simples. Yo lo considero el triple filtro.
-¿Triple filtro?...-Preguntó el otro.
- Correcto- continúo Sócrates.
Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir.
Es por eso que lo llamo el “Exámen del triple filtro” A saber:
El primer filtro es la VERDAD.
¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme de mi amigo es cierto ?
_ No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y ...
_ Bien, -dijo Sócrates-, entonces realmente no sabes si es cierto ó no.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo ?
_ No, por el contrario …
_ Entonces..., espera... deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto...
_ No, la verdad es que no.
_ Bien, -concluyó Sócrates-.
Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil,
... ¿PARA QUÉ QUERRÍA YO SABERLO?...
Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno/a de tus amig@s cercanos y queridos.
La amistad es algo invaluable, nunca pierdas a un amig@ por algún malentendido o comentario sin fundamento.
Colaboración que agradecemos a Lorenzo del Rosario Godoy.
Dice Eu: Poner en práctica el triple filtro haría funcionar nuestras relaciones con los demás de otra manera... mejorándolas, siendo más sanas y productivas. Igual que nutrimos el cuerpo y la piel, necesitamos nutrirnos por dentro escogiendo bien lo que "aceptamos y permitimos" en nuestra vida, observemos con atención, "el combustible" que consumimos...
No es mi intención ser moralista, entiéndase que yo también "me aplico el cuento" la primera y reviso...
Un abrazo.
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