ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

sábado, 28 de marzo de 2009

LAS MUJERES QUE NUNCA SONRÍEN...



"BAJO UN MISMO CIELO UNA REALIDAD MUY DIFERENTE...

BAJO LAS ESTRELLAS... VIDAS MUTILADAS, CASTRADAS...

MIENTRAS OTROS DISTRAÍDOS, "DORMIDOS"  SE QUEJAN INÚLTIMENTE...

DESAGRADECIDAMENTE...Y NO HACEN NADA".


Todo el mundo pensó que tras el derrocamiento del régimen talibán, las mujeres afganas se liberarían por fin de la burka y podrían llevar una vida normal y en libertad. Pero las cosas no cambiaron, lo que sucedió en realidad fue que se cambió un régimen fundamentalista por otro: la Alianza del norte, tan brutales y misóginos como los talibanes.



Las mujeres afganas continúan viviendo sin derechos en un país que, a ojos de la comunidad internacional, cuenta con un gobierno ‘democrático’. La Alianza del norte y los talibanes tienen la misma mentalidad. Siguen las violaciones de mujeres, los arrestos y los asesinatos. El 60% de los matrimonios afganos son arreglados. Muchas mujeres optan por el suicidio, autoinmolándose, para escapar al infierno de sus vidas.

 
 
 
Hay mujeres que han podido ser rescatadas de las llamas.


 
Algunas se autoinmolan, a otras sus maridos las intentan quemar vivas, por… contradecirlos.


 

RESTRICCIONES PARA LAS MUJERES 

Las mujeres no pueden estudiar ni trabajar. No pueden salir solas a la calle ni hacer ruido al caminar. No pueden ser tratadas por doctores masculinos, no pueden asomarse a sus ventanas, no pueden usar tacones altos. Deben usar obligatoriamente la burka, especie de sudario portátil, que las cubre de la cabeza a los pies y que les dificulta la respiración.

 
 

Reciben azotes en público e insultos si no usan la burka o si se les ven los tobillos. Lo mismo, si salen sin la compañía de un hombre de su familia. Se les prohibe usar cosméticos (si se les sorprende con las uñas pintadas, les amputan los dedos). Se les prohibe reir en voz alta (¡como si tuvieran algún motivo para hacerlo!) Se les prohibe hablar con cualquier hombre, que no sea su acompañante.

 
 

Está prohibido a las mujeres asistir a reuniones públicas. Tienen prohibido también practicar deportes. Prohibido subir a un taxi sin la compañía de su mahram (familiar acompañante) Prohibido subirse a una bicicleta. Prohibido lavar ropa en ríos o lugares públicos. Prohibido usar baños públicos. Prohibido asomarse a los balcones de sus casas.

 
 

Tienen prohibido usar pantalones acampanados, aunque sea debajo de la burka. Prohibido usar colores vistosos en su vestimenta. Prohibido tomarse fotos. Prohibido escuchar música y ver televisión (esto vale para hombres y mujeres) Las mujeres sorprendidas en adulterio son lapidadas vivas. Estas son solo algunas de las reglas del gobierno fundamentalista para las mujeres. Para los hombres también hay reglas, pero no son tantas ni tan estrictas.

 


En Afganistán no hay bancos ni medios de comunicación modernos.

El país está casi totalmente en ruinas. De los árboles cuelgan televisores destrozados y cintas de video, como evidencia de la “derrota del pecado”. Todos los Viernes se celebran ejecuciones y mutilaciones públicas en estadios deportivos, a las cuales están obligados a asistir los niños. El 80% de la población padece de trastornos mentales.

 
 

Miles de niños de 9 a 12 años trabajan 12 horas al día en fábricas, para ayudar a sobrevivir a sus familias. Las mujeres viudas y que han perdido a sus familiares hombres en la guerra, se mueren de hambre, pues no les es permitido trabajar, ni salir solas. Algunas se aventuran a salir a mendigar, pero con el riesgo de ser apaleadas y hasta asesinadas.

Mientras nuestros niños/as dibujan a sus familias, los afganos realizan estos otros:




Fuente: Revolutionary Association of the Women of Afghanistan (RAWA)

RAWA es una organización socio/política de mujeres afganesas luchando  
para la paz, la libertad, la democracia y los derechos de la mujer en un Afganistán dañada por el fundamentalismo.



Sobre RAWA...
(Es el acrónimo en inglés de la Revolutionary Association of the Women of Afghanistan)

RAWA, La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán, se formó en Kabul, Afganistán, en el año 1977, como una organización política independiente de mujeres afganas en lucha por los derechos humanos y por la justicia social en Afganistán. Las fundadoras fueron un grupo de mujeres intelectuales bajo el sagaz liderazgo de Meena, que fue asesinada en 1987 en Quetta, Paquistán, por agentes afganos de la entonces KGB en complicidad con la banda fundamentalista de Gulbuddin Hekmatyar. El objetivo de RAWA era involucrar al mayor número posible de mujeres afganas en actividades sociales y políticas encaminadas a conseguir los derechos humanos para las mujeres y contribuir a la lucha por el establecimiento de un gobierno basado en los valores democráticos y seculares en Afganistán. A pesar de la sofocante atmósfera política, RAWA se involucró rápidamente en un gran número de actividades en diversos campos sociopolíticos, incluyendo educación, salud, economía (generación de ingresos) así como también en las manifestaciones políticas.

En RAWA creemos que no se puede donar la libertad y democracia; es el deber de una nación luchar por estos valores.



¿Qué podemos hacer para ayudar a RAWA?

Les facilitamos algunas ideas:

Presentar a RAWA y sus actividades en escuelas, organizaciones, instituciones...

Organizar reuniones, encuentros, seminarios para explicar la situación de la vida de las mujeres afganas bajo el poder de los fundamentalistas.

Hacer manifestaciones, marchas de apoyo a RAWA y en solidaridad con las mujeres afganas.

Invitar a activistas de RAWA a hablar de sus actividades, de la situación de la mujer afgana, etc.

Ayudar a nuestras escuelas, económicamente o con material escolar. Ayudar a nuestros hospitales, económicamente o con medicamentos y otros materiales sanitarios.

Donar ordenadores e impresoras para nuestras publicaciones y nuestros cursos de formación para mujeres, niños y niñas refugiados.

Donar fondos económicos para cubrir los gastos y el coste de medicinas, libros y material escolar que amigos y amigas de Europa y América han recogido y nos han regalado, pero que desgraciadamente no podemos recibir porque los gastos de envío no están incluidos.

Donar platinas, mezcladores de sonido, discos compactos, equipos especiales... para nuestro centro de documentación de los crímenes de los jihadis y de los talibánes.

Donar cualquier otro material para nuestras necesidades.

Pensar nuevas maneras sobre cómo ayudar a RAWA.

Pedimos tu contribución para mantener encendida la llama de la esperanza.

Para ampliar información:

http://www.rawa.org/spanish.htm

9 comentarios:

  1. dios mio!!!!!!!!! ayudalas!!!!!!!!

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  2. Por dios pero como puede pasar esto hasta me he puesto a llorar, siento una impotencia terrible.
    Tenemos que ayudar a los pobres niños y mujeres!!!

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  3. Si, tenemos que ayudar a estas pobres mujeres y niños(as) :( dios mio.

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  4. Esta situacion debe acabar, no es posible tanto maltrato en pleno siglo XXI

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  5. Todos somos libres...esto no tiene nombre, por el amor de quien nos concibió y las mas especiales en este mundo.

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  6. como es posible q hagan eso

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  7. El delito y pecado de ser mujer

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  8. el delito de ser mujer

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  9. "““"!que horrible es ser maltratada¡!!%

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