A los 8 años: Se mira y se ve como Cenicienta o la Bella Durmiente.
A los 15 años: Se mira y se ve gorda, con acné y puntos negros, horrible... es cuando la oyes decir, -"¡Pero mamá, es que no puedo salir con esta pinta!"-
A los 20 años: Se mira y se ve o muy gorda o muy flaca. O muy baja o muy alta. O muy lacia o muy rizada.... Pero decide salir de todas maneras.
A los 30 años : Se mira y se sigue viendo igual que a los 20 o muy gorda o muy flaca. O muy baja o muy alta. O muy lacia o muy rizada... Pero decide que no tiene tiempo para solucionarlo y sale de todas formas.
A los 40 años: Se mira y se continúa viendo: o muy gorda o muy flaca. O muy baja o muy alta. O muy lacia o muy rizada (ya con canas)... Pero dice: "Por lo menos,estoy limpia". Y sale igualmente.
A los 50 años: Se mira, se ve, y se descubre diciéndose: - "YO SOY"- y va para donde le parece mejor.
A los 60 años: Se mira y se acuerda de todas las personas que ni siquiera se pueden ver más en el espejo. Sale y conquista el mundo.
A los 70 años se mira y ve sabiduría, alegría y habilidad. Sale y aprovecha la vida.
A los 80 años: Ni se preocupa de mirar el espejo. Simplemente se pone un sombrero rojo y sale a divertirse con el mundo.
Tal vez todas debamos ponernos ese sombrero rojo un poquito antes... Tal vez todas tendríamos que dejar de ver nuestra apariencia y abrir nuestro corazón para poder darle así un sentido a nuestra vida.
Disfrutemos cada instante como si fuera el último segundo para compartirlo con todos los que amamos.
Desconozco el autor/a.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No dudes en expresar tu opinión. ¡Construyamos!