Nasrudin paseaba cerca de un pozo, cuando se sintió impulsado a mirar adentro. Era de noche y, al escudriñar la profundidad del agua, vió allí el reflejo de la luna.
¡Debo salvar la luna! -pensó-, de otro modo nunca menguará y el mes de ayuno del Ramadán no terminará nunca...Halló una cuerda y arrojó un cabo dentro del pozo, al tiempo que exclamaba:
-¡Manténte firme, no te descorazones ya llega el socorro!
La cuerda quedó enlazada en una roca dentro del pozo y Nasrudin tiraba con todas sus energías. Estaba haciendo fuerza hacia atrás cuando, de pronto, la cuerda se zafó y el Mulá cayo de espaldas al suelo.
Mientras se hallaba tendido jadeante, observó a la luna surcar el cielo.
¡Me alegra haberte sido útil!, -dijo Nasrudin-. Fue una suerte que yo justamente pasara por aquí, ¿no es cierto?...
Por Idries Shah. Del libro "Las ocurrencias del increíble Mula Nasrudin"
Muy bueno y da para pensar.Gracias.
ResponderEliminarP.D.Tendrías que habilitar el feed del blog, pues así sabria cuando publicas.Un beso.
HYDRO ... Dime ¿Cómo y dónde podría habilitar el feed del blog?...
ResponderEliminarSi me ayudas, no dudaré en seguir tu recomendación.
Muchas Gracias.