ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

viernes, 15 de mayo de 2009

LA SENCILLEZ




La sencillez no puede fingirse, viene de dentro, no es un disfraz, es hacer que no haya diferencia entre dentro y fuera. La verdadera sencillez sólo puede originarse interiormente, y de ahí proviene la expresión externa. Lo que un@ es en su interior fluye al exterior. Interiormente somos prisioneros, aunque en lo externo parezcamos muy sencillos. Podemos ser esclavos de deseos, apetitos, dinero.

Si un@ no es sencill@ no puede ser sensible a los árboles, a los pájaros, a las montañas, al viento, a todas las cosas que existen en el mundo que nos rodea. Y si no hay sencillez, un@ no puede ser sensible al mensaje interno de las cosas. La mayoría de nosotros vive muy superficialmente, en el nivel superior de la conciencia.



Ser sencillo en todo el proceso de nuestra conciencia es extremadamente arduo. Porque no debe existir ninguna reserva interior, tiene que haber ansia por averiguar, por descubrir el comportamiento de nuestro ser. Y eso significa estar alerta a toda insinuación, a toda sugerencia, darnos cuenta de nuestros temores, de nuestras esperanzas, investigar y liberarnos de todo eso constantemente. Sólo entonces, cuando la mente y el corazón son realmente sencillos, cuando están limpios de sedimentos, seremos capaces de resolver los múltiples problemas que se nos plantean.



El saber no resolverá nuestros problemas. Es sólo mediante la experiencia directa como se resuelven y para tener experiencia directa ha de haber sencillez, lo cual significa que debe haber sensibilidad.

Probablemente no hay nada más chocante que una personalidad "inflada" o quienes se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades. Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.

La personalidad sencilla es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quienes somos y lo que podemos.

La cultura de hoy a veces quiere hacernos creer que valemos por nuestra ropa, por nuestros coches y casas, por estar a la moda, porque somos poderosos, porque podemos humillar. Pero precisamente toda esa cultura es la llave a un gran vacío interior.



Las personas  están dotadas de inteligencia, cualidades y habilidades. ¿Para qué convertir nuestra vida en una eterna competencia? ¡No! ¿De qué sirve estarte comparando con los demás? El progreso interno es lo importante.

Con frecuencia se desvirtúa la imagen de las personas sencillas, haciéndolas sinónimo de timidez e ingenuidad. La sencillez no es pobreza ni mendicidad, es tener lo que se necesita pero sin caprichos superficiales.

La sencillez sólo es posible cuando hay lealtad. La debilidad de la intención también quita sencillez.


Extracto del texto de la Autora Martha Morales.  


2 comentarios:

  1. Lo sencillo, bien como lo expresa el argumento anterior, no se describe, es una forma de vida... Y es el interior del ser humano quien puede definirla por si misma... Actualmente el mundo nos conlleva a tantas cosas materiales, superfluos que al fin, olvidamos nuestro propio valor.... Pero lo que nos hace valerosos es nuestro corazón...La humildad con que podamos realizar y hacer las cosas...

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