Si piensas en tus frustraciones de ayer, dejas de creer en ti mism@ y te frustras más. La visualización se trabaja del presente hacia el futuro, sin permitir que las cargas del pasado te condicionen. Te visualizas como una persona que ya ha superado sus miedos, sus malos hábitos y que está transformada. Ya te ves transformad@. El poder de esa visión -crees en afirmaciones positivas acerca de tu ser- es tal, que te ayuda a generar una metamorfosis; no un pequeño cambio, sino un cambio radical, porque facilitas que emerja y se manifieste el ser dormido que eres. Dejas de esperar siempre lo peor y esperas y visualizas lo mejor.
Lo que hacemos en la MEDITACIÓN es invocar, recrear, visualizar nuestro ser libre de todas las corazas de las que nos hemos ido cubriendo. En la meditación sientes ese estado libre de todo ello. Evidentemente, en la práctica tienes que trabajar para que lo que has sentido, visualizado y vivido en ese tiempo de silencio puedas expresarlo en la acción y puedas vivirlo en el día a día en las relaciones, sin corazas y sin miedos. Es una cuestión de superar la pereza mental y emocional para realizar un esfuerzo personal en esta dirección.
Visualízate como un ser pacífico, libre y sin bloqueos. Visualízate en tus relaciones y circunstancias habituales. Empieza el día con un ejercicio de visualización para prepararte a vivir un día lleno de energía saludable.
Del libro: Atreverse a VIVIR
Autora: Miriam Subirana.
¡RECOMENDADO!
...Imprescindible en la mesita de noche.
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