ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

lunes, 23 de noviembre de 2009

RELACIONARSE. OSHO




Krisna le dijo a Arjuna:


"Debes encontrarte en un estado de dejarte llevar. Dile a la existencia: "Utilízame como quieras. Estoy a tu disposición, incondicionalmente a tu disposición"


Una relación es uno de los misterios.
Y como existe entre dos personas, depende de ambas.

Cuando dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo. Simplemente con su encuentro comienza a existir un nuevo fenómeno, algo que no había antes, que nunca existió antes. Y a través de ese nuevo fenómeno, ambas personas cambian y se transforman.

Sin relacionarte, eres algo; relacionado, inmediatamente te vuelves otra cosa. Ha sucedido algo nuevo. Cuando una mujer se vuelve una amante ya no es la misma mujer. Cuando un hombre se vuelve un amante ya no es el mismo hombre.

Nace un niño, pero no acertamos a comprender algo en absoluto:
En cuanto nace el niño, también nace la madre. No existía antes. La mujer existía, pero la madre no. Y una madre es algo absolutamente nuevo.
Tú creas una relación, pero luego, a su vez, la relación te crea a tí.
Dos personas se encuentran, eso significa que se encuentran dos mundos. No es algo sencillo, sino muy complejo, lo más complejo. Cada persona es un mundo en sí misma, un complejo misterio con un largo pasado y un futuro eterno.
Al principio sólo se encuentran las periferias. Pero si la relación se vuelve íntima, se vuelve más cercana, se vuelve más profunda, entonces poco a poco los centros comienzan a encontrarse. Cuando los centros se encuentran se llama amor.


Cuando se encuentran las periferias, no son amantes, son conocidos. Tocas a esa persona desde el exterior, desde el borde, sois conocidos. Muchas veces empiezas a llamar a un conocido "tu amor". Entonces estás en una falacia. Ese tipo de conocimiento no es amor.

El amor es muy excepcional. Llegar a conocer a una persona en su centro es atravesar tú mismo una revolución, porque si quieres encontrar a una persona en su centro, tendrás que permitir que esa persona llegue también a tu centro. Tendrás que volverte vulnerable, absolutamente vulnerable, abierto.

Es arriesgado. Permitir que alguien llegue a tu centro es arriesgado, peligroso, porque nunca sabes qué te hará esa persona. Y una vez que conocen todos tus secretos, una vez que todo lo que estaba oculto ha sido revelado, una vez que te has mostrado completamente, nunca sabes lo que hará esa persona. Eso da miedo. Por eso nunca nos abrimos.
Somos sólo conocidos, y pensamos que ha sucedido el amor. Se encuentran las periferias, y pensamos que nos hemos encontrado. Tú no eres tu periferia.

En realidad, la periferia es el borde en que acabas, el vallado que hay a tu alrededor. ¡Tú no eres eso!. La periferia es el lugar donde tú acabas y comienza el mundo.

Incluso maridos y mujeres que puede que hayan vivido juntos durante muchos años quizá sean sólo conocidos. Puede que no se hayan conocido mutuamente. Y cuanto más vives con alguien, más olvidas completamente que los centros permanecen desconocidos.

Así que lo primero que hay que comprender es: no confundas el conocimiento superficial con el amor. Puede que esteis haciendo el amor, puede que os relacioneis sexualmente, pero también el sexo es tan sólo periférico. A no ser que se encuentren los centros, el sexo es tan sólo un encuentro entre dos cuerpos. Y un encuentro de dos cuerpos no es tu encuentro. También el sexo sigue siendo un conocimiento superficial, físico, corporal, pero aún superficial.

Si puedes permitir que suceda el amor, no hay necesidad de oración, no hay necesidad de meditación, no hay necesidad de iglesia alguna, de templo alguno.

Te puedes olvidar completamente de Dios si puedes amar, porque a través del amor todo te habrá sucedido. Eso es lo que quiere decir Jesús cuando dice: "El amor es Dios".

Sólo puedes permitir que alguien entre en tu centro cuando no tienes miedo, cuando no estás asustado.


Así, que te digo que hay dos maneras de vivir. Una se basa en el miedo, la otra se basa en el amor. La vida basada en el miedo nunca te puede llevar a una relación profunda. Permaneces asustado y no puedes dejar que la otra persona entre en tí, entre hasta tu mismo centro. Le dejas que entre hasta cierto punto, y entonces surge una pared y todo se detiene.

La persona que tiende al amor es la persona religiosa. La persona que tiende al amor es alguien que no tiene miedo al futuro, que no tiene miedo al resultado y a la consecuencia, que vive "Aquí y Ahora".

No te preocupes por el resultado. Eso es la mente basada en el miedo. No pienses en lo que resultará a raíz de ello. Simplemente permanece aquí y actúa totalmente. No calcules. Un hombre basado en el miedo siempre está calculando, planeando, disponiendo, protegiendo. Toda su vida se pierde de esta forma.

Por eso te digo que el amor hará que no tengas deseos. Sé intrépido, abandona los miedos, permanece abierto. Permite que algún centro encuentre el centro que hay dentro de tí. Renacerás con ello; se creará una nueva cualidad de ser. Esta cualidad de ser dice: "Esto es Dios".
Dios no es un argumento, es una plenitud, una sensación de plenitud.

Autor: Osho.
Extracto de el libro de La Mujer. Sobre el poder de lo femenino.
Envío de: Jorge Santana (Asesor Intuitivo)
alimentandoelalma.com

1 comentario:

  1. Muy Profundo... por eso cuando sentimos el verdadero amor, tendemos a huir, huir del sentir, huir de la entrega... el miedo a que me hagan daño...

    ResponderEliminar

No dudes en expresar tu opinión. ¡Construyamos!