Lo extraordinario siempre llama la atención. Uno de los grandes dramas actuales es que lo extraordinario ya no significa lo magnífico, lo que se sale de lo común en cuanto a algo maravilloso.
Hoy lo extraordinario, parece ser, lo zafio, lo extraño, lo raro, lo que se sale de lo ordinario a marchas forzadas.
El toque de distinción de las personas admirables, radica en la coherencia de su vida, acorde con sus palabras.
Necesitamos maestros, más que agentes o representantes de lo raro, personas que se dediquen a hacer ordinario lo extraordinario, convirtiendo el día a día en un auténtico milagro.
Pongámonos en la labor.
Nuestros labios seran capaces de expresar la riqueza de que esta lleno el interior y disfrutar las pequeñas cosas aun cuando las que querramos sean grandes. Modesto ventura
ResponderEliminar