ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

domingo, 10 de julio de 2011

"GRACIAS FACUNDO CABRAL"... ¡HASTA LA VISTA!. ¡CÓMO TEMERLE A LA MUERTE CUANDO LE HAS GANADO A LA VIDA!.


El ase­si­nato del can­tau­tor argen­tino Facundo Cabral en Gua­te­mala fue una noti­cia que tomo a tod@s por sor­presa, gran defen­sor de la paz, deja un legado inol­vi­da­ble de fe hacia la vida.


Pen­sa­mien­tos:


“ Cada mañana es una buena noti­cia, cada niño que nace es una buena noti­cia, cada hom­bre justo es una buena noti­cia, cada can­tor es una buena noti­cia, por­que cada can­tor, es un sol­dado menos.…“


Cuando me mar­ché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acom­pañó a la esta­ción, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el pri­mero fue darte la vida y, el segundo, la liber­tad para vivirla.”


La mayo­ría es buena gente


Alguna vez me pre­guntó mi madre: ¿cuándo vas a dejar de pelear para comen­zar a vivir?, ¡por­que no se pue­den hacer las dos cosas a la vez!.
Mi madre creía que que el día del Jui­cio Final el Señor no nos juz­gará uno por uno –ardua tarea– sino el pro­me­dio, y si juzga el pro­me­dio esta­mos sal­va­dos por­que la mayo­ría es buena gente.


El bien es mayo­ría, pero no se nota por­que es silen­cioso –una bomba hace más ruido que una cari­cia, pero por cada bomba que des­truye, hay millo­nes de cari­cias que cons­tru­yen la vida-.


Diría mi madre: Si los malos supie­ran qué buen nego­cio es ser bueno, serían bue­nos aun­que sea por negocio.


“El ahi­jado”


El poeta indio Tagore, que bau­ti­zara “mahatma”, es decir, alma grande, a Ghandi, decía que cuando el hom­bre tra­baja, Dios lo res­peta, más cuando el hom­bre canta Dios lo ama.


Mi madre poco antes de morir, me dijo: muero con­tenta por­que cada vez te pare­ces más a lo que cantas.


Juan Fran­cisco, mi ahi­jado, dice, a sus dos años de edad, que soy artista por­que canto, y que canto para poder com­prarle cho­co­la­tes, que es lo más razo­na­ble que escu­ché sobre mi oficio.


Bor­ges


Cuando le pre­gunté a Bor­ges por­qué no había libros suyos en su biblio­teca, me dijo: por­que sigo teniendo el hábito de la buena lectura.


Cuando le pre­gunte qué le había pare­cido Arreola, que aca­baba de visi­tarlo, me dijo: es un ver­da­dero caba­llero, me dejó dos o tres silencios.


Cuando le pre­gunté por Cien años de sole­dad, que le habían leído, me dijo: los pri­me­ros cin­cuenta años son memorables…


Al verme asom­brado por su pre­sen­cia en mi con­cierto, Ray Brad­bury me dijo: me asom­bra que se asom­bre de encon­trar un Brad­bury viniendo de un país que tiene un Bor­ges que es asombroso.


La Madre Teresa de Calcuta


Pre­gunté a la Madre Teresa en Cal­cuta:

-¿Cuándo des­cansa? y me dijo: Des­canso en el amor. Le pre­gunté:

-¿Cuál es el lugar del hom­bre? y me dijo: Donde sus her­ma­nos lo nece­si­tan. Le dije: nunca la escu­che hablar de polí­tica, y me dijo: Yo no puedo darme el lujo de la polí­tica, una sola vez me detuve 5 minu­tos a escu­char un poli­tico, y en esos 5 minu­tos se me murió un vie­je­cito en Cal­cuta.


Cada vez que yo entraba a la casa de la Madre Teresa, sen­tía que Dios recién había salido.


Una señora, impre­sio­nada por verla bañar a un leproso, le dijo: yo no baña­ría a un leproso ni por un millón de dola­res, a lo que Teresa con­testó: Yo tam­poco por­que a un leproso solo se lo puede bañar por amor.


El viejo Tarahu­mara, el cam­pe­sino chino


Pre­gunté a un viejo Tarahu­mara por­qué no usa­ban armas para defen­derse de los cua­tre­ros, y me dijo: Si las armas fue­sen nece­sa­rias, habría­mos nacido con ellas.


Me dijo un cam­pe­sino chino: Si quie­res ser feliz un día embo­rra­chate, si quie­res ser feliz una semana cásate, si quie­res ser feliz toda la vida se jardinero.


El regalo de la libertad


Cuando me fuí de mi casa, niño aún, mi madre me acom­pañó a la esta­ción, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el pri­mero fue darte la vida, el segundo la liber­tad para vivirla.


La ora­ción dilecta de mi madre decía:


"Señor, te pido per­dón por mis peca­dos, ante todo por haber pere­gri­nado a tus muchos san­tua­rios, olvi­dando que estás pre­sente en todas par­tes. En segundo lugar, te pido per­dón por haber implo­rado tan­tas veces tu ayuda, olvi­dando que mi bie­nes­tar te preo­cupa más a ti que a mi. Y por último te pido per­dón por estar aquí pidién­dote que me per­do­nes, cuando mi cora­zón sabe que mis peca­dos son per­do­na­dos antes que los cometa, ¡ tanta es tú mise­ri­cor­dia amado Señor!.


Tomado de: muladarnews



FRASES DE FACUNDO CABRAL:

- "Puedo decir descaradamente que soy un tipo libre y feliz".

- "La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días".

- "Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena".

- "La pobreza no es una virtud, salvo que favorezca tu libertad".

- "Fuera de la felicidad son todos pretextos, tenemos que ser felices".

- "Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado; el hombre le hace caricias al caballo pá montarlo...".

- "El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada".

- "Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen 'no puedo', yo les digo 'no jodas'".

- "La sociedad humana está tan mal por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos".

- "Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No dudes en expresar tu opinión. ¡Construyamos!