ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

miércoles, 15 de abril de 2009

ANTE LAS PREGUNTAS DE LOS HIJ@S...

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Si aspiras a un tipo de relación con tu hijo en la que él  confíe en que le hagas caso cuando acude con cualquier pregunta, preocupación o disgusto, tienes que estar segura de responder honestamente a sus necesidades.  Esto no siempre es fácil, pues los niños tienen el don de hacer preguntas difíciles:  "¿Qué ocurre cuando uno muere?" "¿Quién es Dios, mamá?"...

Las preguntas continuas son características de un niñ@ inteligente.  Y no es una prueba de falta de respeto que cuestione tus palabras o actos.  Un niño curioso no acepta a las figuras autoritarias porque sí, aunque sean sus padres.  Un niño que obedece ciegamente sin preguntar por qué, puede dejarse llevar fácilmente. Respétales, cuando te preguntan.  Si no sabes la respuesta, reconócelo: "No lo sé, es una buena pregunta", y ayuda a tu hijo a encontrar las respuestas.  Trata de no perder la paciencia con los continuos "porqué" con que insisten los pequeños, ni con las arduas preguntas que vendrán detrás.

Cuando Marta le preguntó a su madre si había fumado alguna vez, Lucía quiso forzar la verdad pero decidió ser sincera antes de que Marta la descubriera a través de su abuela; también pensó que, posiblemente, Marta ya lo sabía.  Por lo tanto, Lucía contestó que sí, lo que condujo a un diálogo abierto entre las dos.  

Recuerda que las mentiras, las verdades a medias y las decepciones confunden al niño.  No importa la dureza de la pregunta, la verdad siempre es mejor.  Si evitas dar respuestas honestas, tu hijo tendrá la sensación de que no puede tener confianza en tí.

He aquí la dificultad de las preguntas:  aunque sea importante responderles, es igualmente importante que no preguntes demasiado. Tal vez te hayas dado cuenta de que los niños, en particular cuando llegan a la adolescencia, se ponen muy a menudo a la defensiva, incluso con las preguntas más sencillas.  Aunque estés sinceramente interesado por sus vidas, por alguna razón ellos piensan que estás husmeando, entrometiéndote, inmiscuyéndote en un asunto que no te concierne en absoluto.  Los adolescentes comparten sólo lo que quieren y cuando quieren.  La regla es:  no les hagas demasiadas preguntas, pero contesta siempre a las suyas.  Puedes sobrevivir con tu sentido del humor intacto, si piensas que se trata de una etapa de la vida, ¡que pueda ser larga!, pero que pasará y serás capaz, otra vez, de tener una conversación normal.

Autora:  Judy Ford.
Del Libro:  "Cien cosas que puedes hacer para AMAR A TU HIJ@".


Dice Eu:  

No hace mucho recibí correo de Noelia, mamá de Daniel y Pablo. Compartía con "La Gente Que Me Gusta" algunos archivos relacionados con la infancia, y comentaba que con dos niños pequeños no es fácil sacar algo de tiempo personal para poder p.e. sentarse un rato con tranquilidad frente al ordenador.  

Hoy me he acordado de ella y de las personas que son mamás o papás... y  por qué no, de aquellas otras que algún día lo serán... 

Sin duda, una de las tareas más difíciles, pero también más apasionantes, es ejercer como "orientadores" en la Vida que se desarrolla y crece en nuestros niñ@s. Por eso, hoy ofrecemos "una" de esas cien cosas que dice el libro podemos hacer para "Amar a nuestros hijos".  

Deseo que te guste y te sea útil. 
Con cariño, Eu

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