ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

martes, 30 de marzo de 2010

SIETE PRINCIPIOS DE LA ECOLOGÍA EMOCIONAL PARA LAS RELACIONES


Dedicamos toda nuestra vida a entrenar nuestra mente: adquirimos conocimientos y nos enseñan a pensar, pero en el territorio emocional, en cambio, somos todos autodidactas, en mayor o menor medida.

Hay quien considera las emociones como obstáculos que interfieren en nuestra dimensión racional.

La Ecología Emocional sostiene que no es así y que las emociones son un lenguaje distinto y complementario.

Una mente inteligente pero desconectada de las emociones construiría mapas de decisión equivocados y peligrosos.

Las emociones dan color al paisaje y sirven para orientarnos en el mundo: nos indican si la ruta que hemos elegido es adaptativa o destructiva.

1. Principio de la autonomía personal.

Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.

2. Principio de la prevención de dependencias.

No hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos. Otra cosa es que te apetezca hacerlo "como un regalo".

3. Principio del boomerang.

Todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti.

4. Principio del reconocimiento de la individualidad y la diferencia.

Observa y cuida al hacer a los demás aquello que quieres para ti. Puede que tengan gustos diferentes al tuyo.

5. Principio de la moralidad natural.

No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.

6. Principio de la auto-aplicación previa.

No podrás hacer y dar a los demás aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.

7. Principio de la limpieza relacional.

Tener el deber de hacer limpieza de las relaciones que son ficticias, insanas y no nos dejan crecer como personas.

Fuente: Investigaciones de Mercé Conangia y Jaume Soler realizada en base a un artículo de Sergio Sinay publicado en la Revista de La Nación.

Envío que agradecemos a:

Natalia Oliva.

domingo, 28 de marzo de 2010

DESAPRENDER...


Desaprender la guerra, realimentar la risa,
deshilachar los miedos, purificar la brisa.
Anteponer lo ajeno, curarse las heridas...

Desconvocar el odio, desestimar la ira,
rehusar emplear la fuerza, rodearse de caricias,
reabrir todas las puertas, rendirse a la Justicia.
Rodearse de caricias.

Rehabilitar los sueños, penalizar las prisas,
indemnizar al alma, sumarse a la alegría.

Humanizar los credos, sitiar cada mentira,
adecentar la Tierra, reinaugurar la Vida.

Sumarse a la alegría, reinaugurar la Vida.


Autora: Juana María Larrañet

Fuente: Elixires para el Alma.


Despierta, que te pierdes la Vida.
Actúa, que la inercia no produce nada.
Esfuérzate, que bien merece superarnos.
Espera, que todo tiene su momento.
Trabaja, que te sentirás útil.
Busca la luz, para brillar y ser mejor.
Enseña, que también así irás aprendiendo.
Contrólate, que conseguirás vencer.
Da mucho, que es la mayor de las alegrías.

Desconozco el autor/a.

CUANDO SEAMOS GRANDES...


Cuando seamos grandes,
no nos olvidemos
que para las noches,
se hicieron los cuentos,
y los Reyes Magos,
y los duendes buenos.

No olvidemos que en una vereda
cabe un mundo entero de risas y ruedas,
que no hay mar tan nuestro
como el de la acequia,
que con los pedales de una bicicleta
lo que queda lejos siempre queda cerca.

No nos olvidemos de las maravillas
que guardan dentro, las cosas sencillas,
los viejos cajones, la flor, la semilla.

La vida es un viaje y es cuestión de vida
sentarnos al lado de la ventanilla.

Cuando seamos grandes va a ser muy bonito
tener como amigos a los animalitos
y gritarles cosas y entender sus gritos,
y explicar los vuelos por el infinito...
(los grandes no entienden a los pajaritos).

No nos olvidemos cuando seamos grandes,
que un beso es un modo de quedarse en alguien;
que siempre es hora para acariciarse,
que el amor es todo,
que ternura es madre,
que hay que estar temprano
cuando se hace tarde.

Cuando seamos grandes no nos olvidemos
de la fantasía, del sol y los juegos, de los cumpleaños,
y el circo viajero,
los payasos tristes, los muñecos buenos,
y la hermosa costumbre de decir:

TE QUIERO

Desconozco el autor/a.

miércoles, 24 de marzo de 2010

ENSEÑARÁS A VOLAR


Enseñarás a volar, pero... no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar, pero... no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir, pero... no vivirán tu vida.


Sin embargo,

en cada vuelo,

en cada vida,

en cada sueño,

perdurará la huella del camino enseñado.


Madre Teresa de Calcuta.

LA IMPORTANCIA DE EXPRESARNOS CORRECTAMENTE


Hay barreras a la comunicación que proceden directamente del torpe empleo del lenguaje. En esos casos, lo que hay que hacer es esforzarse seriamente por aprender a expresarse. A veces, como apunta Mario Clavel, se dice de algunas personas que son buenos comunicadores, porque saben transmitir sus ideas y sus proyectos con una simpatía que provoca adhesión; y sin embargo, lo que aportan, más que simpatía, es sobre todo claridad en la exposición: una idea, y después otra, bien relacionadas entre sí; sabiendo ejemplificar lo necesario, siguiendo un orden lógico, empleando expresiones claras, destacando los mensajes que se quieren transmitir, etc.


Para comunicarse bien es preciso proponerse mejorar la calidad de nuestra conversación, empezando por el vocabulario: un vocabulario rico suele corresponder a una interioridad rica, pues cada acto de habla refleja un acto mental y es una ventana de la propia psicología. También hay que aprender a manejar el registro adecuado a cada ocasión: con el anciano, emplear el lenguaje de la paciencia; con el niño, ponerse a su nivel, pero sin mostrarse tontamente infantil; tratar al poderoso con deferencia, pero sin adulación; expresarse con precisión sobre cuestiones profesionales, pero sin pedantería; en casa y con los amigos, mostrarse distendido y usar términos más coloquiales, pero sin caer en la vulgaridad; etc.


También es importante la cordialidad, no ser personas quisquillosas ni susceptibles. Ni de esos que marchan por la vida con tan poca fijeza y tan poco tacto que van pisando callos continuamente. Ni ser como esos pelmazos cuya incontinencia verbal parece incapacitarles para escuchar, y van enhebrando un tema a partir del anterior, conduciendo siempre la conversación hacia un terreno que les permita hablar sin respiro. Ni voceras, de esos que llenan todo el espacio donde se encuentran, aunque estén hablando sólo a una persona y haya otras muchas presentes. Ni personas de conversación confusa o prolija, o demasiado lenta y premiosa. Ni del tipo metomentodo o sabelotodo, o de esas que pretenden siempre agotar los temas y consiguen sobre todo agotar a quienes le escuchan (tampoco hay que pasarse por el otro lado, el del silencioso y taciturno).


Hay que buscar ese punto de equilibrio que lleva a hablar con sencillez, sin afectación, sin autoencumbrarse, refiriéndose poco a uno mismo, siendo buen escuchador, buen razonador y poco discutidor.


Fuente: www.interrogantes.net

Extracto del tema: Barreras a la comunicación.


Quiero tener la experiencia de la vida

ser lo que tenga que ser y sin fronteras,

libre de ser yo,!siempre! donde sea

permitirme saberme quien soy entretejida.


Llevarme entre mis trastos cada día

en cada logaritmo de amor y a mi manera,

sentirme que por fín, puedo ser esa

de la que se siente feliz, al estar viva.


No quiero ser experta en teorías

quiero practicar la vida, saciar teoremas,

y decidir lo que hacer, e inexperta...

aprender con cada paso y zancadilla.


Equivocarme tanto...y con frecuencia...

REIRME EN EL ESPEJO DE MI MISMA.


Gentileza de su autora:
Isabel Serrano Romero.

lunes, 22 de marzo de 2010

INTERESANTE ENTREVISTA AL DR. JORGE IVÁN CARVAJAL



¿Qué es la enfermedad?

Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.

¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?

El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende. En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

LA SALUD Y LAS EMOCIONES.

¿Hay emociones perjudiciales para la salud?
¿Cuáles son las que más nos perjudican?

Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?

De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?

La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico...

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?

La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?

Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?

La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?

Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.

¡Qué difícil!

Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?

Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿Y si aparece la enfermedad?

Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida.

Cada vez más personas sufren ansiedad...

La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire... Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?

La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.

El estrés es otro de los males de nuestra época...

El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?

La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior. Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?

Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.

Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?

Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?

Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?

El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora. El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena.

En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil.

Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama... Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor... pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad.

Pero a veces nos sentimos atados a un amor...

Si el amor conduce a la dependencia es Eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego, Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?

Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti.

La clave entonces, es amarse a si mismo...

Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.


El Dr. Jorge Carvajal nutre la mente y libera el corazón. Es un mensajero de los valores eternos, un sanador espiritual, un médico auténtico que escucha a sus pacientes con el corazón y que cura al Ser, posibilitando una visión consciente y la comprensión de que cada uno tome su vida en sus manos.

Es a la vez un brillante médico y un filósofo, un científico de vanguardia y un artista, su palabra no nace sólo del intelecto es hija de la experiencia viva y llega al corazón.

El Dr. Jorge Carvajal nació en Medellín Colombia, es médico cirujano por parte de la Universidad de Antioquia, pionero de la Medicina Bionenergética y creador de SINTERGÉTICA.


Envío que agradecemos a:

Juan Carlos Green.

viernes, 19 de marzo de 2010

ENTRADA NÚMERO 700



Simplemente es una curiosidad numérica.


Lo interesante es que aquí estamos y aquí seguimos, sumando días y experiencias.

¡Viviendo que no es poco!

¡QUE TENGAS UN BUEN FIN DE SEMANA!

jueves, 18 de marzo de 2010

SUEÑOS DE SEMILLA...


Dentro de nosotros, innumerables sueños
esperan el tiempo de germinar,
echar raíces y darse a luz,
morir como semillas...
para convertirse en árboles.

En el silencio de mi reflexión
percibo todo mi mundo interno
como si fuera una semilla,
de alguna manera pequeña e insignificante
pero también pletórica de potencialidades.
...Y veo en sus entrañas
el germen de un árbol magnífico,
el árbol de mi propia vida
en proceso de desarrollo.

En su pequeñez, cada semilla contiene
el espíritu del árbol que será después.
Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol,
cayendo en tierra fértil,
absorbiendo los jugos que la alimentan,
expandiendo las ramas y el follaje,
llenándose de flores y de frutos,
para poder dar lo que tienen que dar.

Cada semilla sabe
cómo llegar a ser árbol.
Y tantas son las semillas
como son los sueños secretos.

Dentro de nosotros, innumerables sueños
esperan el tiempo de germinar,
echar raíces y darse a luz,
morir como semillas...
para convertirse en árboles.

Árboles magníficos y orgullosos
que a su vez nos digan, en su solidez,
que oigamos nuestra voz interior,
que escuchemos
la sabiduría de nuestros sueños semilla.

Ellos, los sueños, indican el camino
con símbolos y señales de toda clase,
en cada hecho, en cada momento,
entre las cosas y entre las personas,
en los dolores y en los placeres,
en los triunfos y en los fracasos.

Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos,
a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.

Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos
o en relámpagos de lucidez enceguecedora.

Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos...

Y un día, mientras transitamos
este eterno presente que llamamos vida,
las semillas de nuestros sueños
se transformarán en árboles,
y desplegarán sus ramas que,
como alas gigantescas,
cruzarán el cielo,
uniendo en un solo trazo
nuestro pasado y nuestro futuro.

Nada hay que temer,
...una sabiduría interior las acompaña...
porque cada semilla sabe....
cómo llegar a ser árbol...

Autor: Jorge Bucay