ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

lunes, 31 de agosto de 2009

DE REGRESO...




¡Hola a La Gente Que Me Gusta!

...Ya estoy por aquí, ¿que tal tú?... ¿cómo estás?...

He decidido regresar y ponerme al día con el blog tras unas semanas donde me he sorprendido a mi misma descubriendo la "falta de sueño" que tenía acumulada... ¡Madre mía! no recuerdo haber dormido tanto en años. También está, el tiempo espléndido que he recuperado al mantener apagado y a cierta distancia del ordenador (él también merecía un descanso) ja, ja...
Al principio cuesta, pero merece la pena y el mundo afortunadamente no se detiene por ello.

¡Que lujo poder descansar sin horario e ir haciendo las cosas "al golpito"!.
Entregarme a una buena lectura en cuerpo y alma y a otras actividades relegadas para estos momentos.

Siempre pienso que me costará desconectar y tardo de hecho, algún tiempo en hacerlo... pero cuando lo consigo uff... ¡cuando lo consigo! es para dar las GRACIAS con MAYÚSCULAS. ¡Menudo REGALO!

Tenía NECESIDAD de gozar de la tranquilidad, el silencio, estar conmigo misma además de la familia, vaciar, sanear y dejar sitio para lo nuevo.

No es que el MILAGRO suceda con un chasquido de dedos, pero si la ACTITUD, que ayuda a filtrar mejor, con claridad lo que proyecto y deseo.

Bien, mi intención no es extenderme mucho más, simplemente por la complicidad que se ha dado, y que tenemos, me apetecía contarte algo, sobre los frutos de esta ausencia, y no irrumpir así, sin más, a publicar nuevas entradas.
Ante todo, nos merecemos un trato cordial y afectuoso.

Pues nada, que aquí estamos y damos continuidad a esta aventura.
Un abrazo,
Eu

P.d.: Las imágenes que se ofrecen en esta entrada, son propias y pertenecen a este tiempo de descanso. Las comparto contigo, espero que te gusten.

El lagarto de arena que se ve al inicio, fue realizado por un artista en la zona de Playa Maspalomas (Gran Canaria). Así, como este lagarto, en busca de sombra y descanso, me he sentido estos días.



Algo más refrescante fue el paseo que junto a mis amigas de la infancia y los "peques" realizamos por el parque Juan Pablo II en la zona de Siete Palmas.
Estas fotografías son de Ángel (9 años)


Autor: Ángel Javier

Los cisnes de diversos colores nadan muy cerca de los visitantes.
Una imágen plácida y relajante.


Autor: Ángel Javier



Los colores de estas aves son llamativos y brillantes.



Autor: Ángel Javier


Desde la hamaca y bajo estas palmeras he tomado el sol y he pasado grandes ratos leyendo.



A continuación te dejo con varias imágenes del lugar donde he pasado algunos días de descanso.


Flores


Por el lugar, unos gatos dóciles se dejaban acariciar y fotografiar...



También se nos ha ocurrido experimentar y probar a hacer algo diferente, p.e. sacar una foto a la sombra que siempre me acompaña.

viernes, 7 de agosto de 2009

DESCANSANDO POR UNOS DÍAS




¡Hola A La Gente Que Me Gusta!

A partir del próximo lunes 10 de agosto empieza a contar mi tiempo de vacaciones. Aún no he decidido bien como administrarlo... y no pienso agobiarme por ello, porque es una de las muchísimas posibilidades que presentan estos días, es decir, no tener que planificarlo todo ¡verdad!.


Suena muy bien, el simple hecho de cambiar de actividades y el disponer de varias semanas por delante sin prestar demasiada atención al reloj y los horarios. En mi caso, abandonar el reloj, o mejor dicho, el simple hecho de quitármelo de la muñeca, será un logro, y entonces (a parte de la marca que me ha dejado) me daré cuenta de las veces que me estaré mirando la piel desnuda, siempre intentando controlarlo todo... ¡Que si, que ya se que es tontería, una necedad... pero son esas cosas que sabiéndolo se me olvidan!...


Así que mi objetivo está en disfrutar de esos placeres sencillos y gratuitos que teniendo salud valoro como un tesoro, permitiéndome escuchar mi cuerpo, preguntándole que es lo que siente y necesita... ¿más descanso?, ¿más horas de sueño?, ¿comer cuando sienta necesidad? ¿jugar más?, ¿pasear?, ¿observar las estrellas o las mareas?, ¿meditar?, ¿tomar contacto con alguien a quien hace tiempo no veo? ... leer, escribir, correr, saltar, sudar hasta quedar sin aliento, compartir más, SENTIR.

Ja, ja... espera que echo el freno que para no hacer planes... no está mal ¡eh!
Bueeno, me río un poco de mi misma...

Si al fin y al cabo, lo que quería decirte es que con respecto al blog, "A La Gente Que Me Gusta" estoy asombrada de cómo pasa el tiempo, ocho meses ya... y al empezar esta aventura, no sabía si tendría argumentos para darle continuidad a esta "historia", si iba a ser constante, ni tan siquiera si tendría la menor repercusión...

Y ya ves, aquí estoy sentada frente al portátil, para comentarte, que agradezco el que te dejes caer por aquí, el que se de esta complicidad... y que en estos días de vacaciones, otro de los objetivos que sumo a mi lista es el de actuar con la LIBERTAD de desconectar también por unos días del ordenador.

Voy a permitirme un "Cerrado por Vacaciones". Eso significa que soltaré lastre para volver a llenarme de nuevas experiencias para contarte, que cerraré el ordenador pero volveré a mi libreta de anotaciones...

Un abrazo enorme, cuídate mucho y Hasta Pronto.
Con todo cariño, Eu

Ángel y Eu

jueves, 6 de agosto de 2009




¡Claro!... no todo es trabajar, también hay momentos para la relajación y
búsqueda de un oasis de serenidad.


¡Bienvenid@ a La Gente Que Me Gusta!

martes, 4 de agosto de 2009

AMAR A UNA PERSONA ES...


Tenerla...sin poseerla.

Darle lo mejor de un@ mism@,

sin pretender recibir nada.

Querer estar a menudo con ella,

pero sin que nos mueva la necesidad

de aliviar la propia soledad.


Temer perderla,

pero sin celos.

Necesitarla...sin depender de ella.

Ayudarla...sin esperar gratitud.

Estar unido a ella...sin dejar de ser LIBRES.

Ser uno con ella...sin dejar de ser LIBRES.

Ser uno con ella, sin dejar de ser un@ mism@.

Pero para conseguir todo esto,

Lo mas importante que hay que hacer es...

ACEPTARLA como es,

sin pretender que sea como un@ quisiera.



Extracto del texto de Omar Falworth
Libro: Pensamientos para Vivir Mejor.
Editorial: Terapias Verdes.

Colaboración de: Isabel Serrano Romero.

lunes, 3 de agosto de 2009

MUJER



Yo te deseo la locura, el valor,
los anhelos, la impaciencia.
Te deseo la fortuna de los amores
y el delirio de la soledad.
Te deseo el gusto por las cometas,
por el agua y los hombres.
Te deseo la inteligencia y el ingenio.
Te deseo una mirada curiosa,
una nariz con memoria,
una boca que sonría y maldiga
con precisión divina,
unas piernas que no envejezcan,
un llanto que te devuelva la entereza.

Te deseo el sentido del tiempo
que tienen las estrellas,
Te deseo la fe en los augurios
en la voz de los muertos,
en la boca de los aventureros,
que olvidan su destino
en la fuerza de tus recuerdos
y en el futuro,
como la promesa
donde cabe todo lo que aún
no te sucede.

Angeles Mastreta.

EL OFICIO DE VESTIRSE



De repente,
cuando despierto en la mañana
me acuerdo de mi,
con sigilo abro los ojos
y procedo a vestirme.

Lo primero es colocarme mi gesto
de persona decente.
Enseguida me pongo las buenas
costumbres, el amor filial, el decoro, la moral,
la fidelidad conyugal:
para el final dejo los recuerdos.

Lavo con primor
mi cara de buena ciudadana
visto mi tan deteriorada esperanza
me meto entre la boca las palabras,
cepillo la bondad
y me la pongo de sombrero
y en los ojos
esa mirada tan amable.

Entre el armario selecciono las ideas
que hoy me apetece lucir
y sin perder más tiempo
me las meto en la cabeza.

Finalmente
me calzo los zapatos
y echo a andar; paso a paso...


Mercedes Carranza (Colombia)
Publicado en: Agenda Mujeres 2008

AMISTAD


Amistad es...

frecuentar al amigo...

...por lo que es,

no por lo que tiene;

...por lo que hace,

no por la importancia que tiene;

...por lo que te da,

no por lo que te gustaria recibir.

Porque sabes que un amigo es un amigo...

...cuando es simpático,

pero también cuando es antipático;

...cuando está alegre,

pero también cuando está triste;

...cuando es valiente,

pero también cuando tiene miedo;

...cuando te hace bien;

pero también cuando te hace mal;

...cuando está...pero también cuando no está.

Porque la amistad depende mas de ti que de tu amigo:

...mientras más defectos tengas, más defectos tendrá el,

...mientras más capaz sea de amar, más amable será,

...mientras más amigo de tí mismo seas, más amigo de tu

amigo serás.

Texto extraido de pensamientos para vivir mejor de OMAR FALWORTH

EDITORIAL TERAPIAS VERDES

Envío que agradecemos a :

Isabel Serrano Romero.

¡Gracias AMIGA!

domingo, 2 de agosto de 2009

LA EMPATÍA


La empatía es una destreza básica de la comunicación interpersonal, ella permite un entendimiento sólido entre dos personas, en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un diálogo. Esta habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura.

Uno de los elementos clave que forma la inteligencia emocional, es la empatía, la cual pertenece al dominio interpersonal. La empatía es el rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de empatía? La empatía no es otra cosa que “la habilidad para estar conscientes de reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de “leer” emocionalmente a las personas.

Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas. Así como la autoconciencia emocional es un elemento importantísimo en la potenciación de las habilidades intrapersonales de la inteligencia emocional, la empatía viene a ser algo así como nuestra conciencia social, pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.

Si por un lado, un déficit en nuestra capacidad de autoconciencia emocional nos lleva a ser vistos como analfabetos emocionales (ignorantes del reconocimiento de las propias emociones), una insuficiencia en nuestra habilidad empática es el resultado de una sordera emocional, pues a partir de ello, no tardan en evidenciarse fallas en nuestra capacidad para interpretar adecuadamente las necesidades de los demás, aquéllas que subyacen a los sentimientos expresos de las personas.

Por ello la empatía es algo así como nuestro radar social, el cual nos permite navegar con acierto en el propio mar de nuestras relaciones. Si no le prestamos atención, con seguridad equivocaremos en rumbo y difícilmente arribaremos a buen puerto. Revisemos ahora con detenimiento en qué nos es útil.

No es raro que se crea comprender al otro sólo en base a lo que notamos superficialmente. Pero lo peor puede venir al confrontar su posición con la nuestra y no “ver” más allá de nuestra propia perspectiva y de lo aparentemente “evidente”.

Debemos saber que nuestras relaciones se basan no sólo en contenidos manifiestos verbalmente, sino que existen muchísimos otros mecanismos llenos de significados, que siempre están ahí y de los que no siempre sabemos sacar partido. La postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto e incluso el silencio mismo, todos son portadores de gran información, que siempre está a nuestra disposición, para ser descodificada y darle la interpretación apropiada. De hecho, no podemos leer las mentes, pero sí existen muchas sutiles señales, a veces “invisibles” en apariencia, las cuales debemos aprender a “leer”.

Un individuo empático puede ser descrito como una persona habilidosa en leer las situaciones mientras tienen lugar, ajustándose a las mismas conforme éstas lo requieran; al saber que una situación no es estática, sacan provecho de la retroalimentación, toda vez que saben que el ignorar las distintas señales que reciben puede ser perjudicial en su relación. Es también alguien que cuenta con una buena capacidad de escucha, diestra en leer “pistas” no verbales; sabe cuando hablar y cuando no, todo lo cual le facilita el camino para regular de manera constructiva las emociones de los demás , beneficiando así sus relaciones interpersonales.

El proceder con empatía no significa estar de acuerdo con el otro. No implica dejar de lado las propias convicciones y asumir como propias la del otro. Es más, se puede estar en completo desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de ser empáticos y respetar su posición, aceptando como legítimas sus propias motivaciones.

A través de la lectura de las necesidades de los demás, podemos reajustar nuestro actuar y siempre que procedamos con sincero interés ello repercutirá en beneficio de nuestras relaciones personales. Pero ello es algo a lo que debemos estar atentos en todo momento, pues lo que funciona con una persona no funciona necesariamente con otra, o es más, lo que en un momento funciona con una persona puede no servir en otro con la misma.

Mahatma Gandhi sostenía lo siguiente “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”; en coherencia con ello, él decidió no proceder con violencia en su propósito por lograr la independencia de su país, y contra todo pronóstico la “resistencia pacífica” que propulsó fue el arma decisiva en la consecución de la ansiada liberación de su patria, la India.

Ciertamente no tenemos que ser como Gandhi para darnos cuenta que existen sutiles “armas” que podemos usar en beneficio propio y de los demás, que no son para destruir sino para hacer florecer relaciones provechosas en aras de nuestro crecimiento como seres humanos. Finalmente, no es exagerado sostener que las bases de la moralidad (que siempre es la interior) deben hallarse en la empatía, en la cual a su vez (al ser llevada con integridad) está la raíz del altruismo.

Fuente: La Página de la Vida.

EL DESPRENDIMIENTO




El valor del desprendimiento nos enseñará a poner el corazón en las personas, y no en las cosas materiales.

El valor del desprendimiento consiste en saber utilizar correctamente nuestros bienes y recursos evitando apegarse a ellos y, si es necesario, ponerlos al servicio de los demás.

El desprendimiento como valor se origina al reconocer que todos tenemos necesidades y en algunos casos encontramos personas con carencias. En cualquier situación debemos superar nuestro egoísmo e indiferencia para colaborar en el bienestar de los demás, no importa si es mucho o poco lo que hacemos y aportamos, lo importante es tener la conciencia de ofrecer algo, de aportar. En la generosidad que requiere el desprendimiento no cabe el ofrecer algo que nos sobra.

El valor del desprendimiento tiene que ver con varios aspectos, entre ellos: la importancia que le damos a las cosas, el uso que hacemos de ellas y la intención que tenemos para ponerlas al servicio de los demás.

En ocasiones vivimos y trabajamos sin descanso para poseer aquello que tanto nos ilusiona (a nivel material) y nuestra vida se mueve a ese compás, sin embargo si no tenemos cuidado puede llegar el momento en que a pesar de la satisfacción que nos produce llenarnos de cosas, pretendemos que éstas llenen un vacío interior.

Debemos recordar que en el orden de los afectos, las personas y su bienestar ocupan el primer lugar antes que nuestra persona misma o lo que poseemos.

Existen personas que materialmente ponen el corazón en las cosas materiales. A veces por los recuerdos que evocan, pero en otras debido al valor económico que tienen o simplemente por el trabajo que supuso adquirirlos. A esta particular forma de afecto se le llama apego y de ninguna manera se relaciona con el hecho de cuidar las cosas y hacer buen uso de ellas.

Cuando nuestro aprecio es mayor por las cosas que por las personas, nos parece absurdo compartir lo que tenemos, o en su defecto lo hacemos a regañadientes. El desprendimiento supone un esfuerzo para superar ese sentimiento de posesión y exclusividad de lo que poseemos para ofrecerlo gustosamente a los demás.

No debemos confundir el desprendimiento con el hecho de deshacernos de todo aquello que no utilizamos, que es inservible o se ha convertido en un estorbo, esta actitud manifiesta poco respeto por la persona que lo recibe, independientemente de su condición y situación actual. Somos tan soberbios que consideramos un insulto recibir algo de segunda mano, ¿por qué los demás deben soportar lo que nosotros consideramos desprecio?

Puede parecer que este valor se enfoca únicamente a objetos, pero nuestros recursos van más allá de lo que se puede tocar, poseemos conocimientos, cualidades y habilidades que muchas veces nos cuesta trabajo poner a disposición de las personas, porque requiere prescindir de nuestro descanso, gustos, preferencias y comodidades para llevarse a efecto.

Nos sorprendemos con el médico que atiende enfermos sin cobrar honorarios; personas que pasan los días trabajando en obras de caridad; profesores que trabajan horas extras desinteresadamente; padres de familia que se niegan gustos y diversiones personales para pensando en su familia; lo más inaudito es que muchos de ellos no viven en una condición del todo desahogada. El verdadero desprendimiento no tiene medida, sin calcular cuánto es lo indispensable para cumplir, es una entrega generosa de todo, Sí, de todo lo que tenemos.



Para vivir el desprendimiento puedes:

- Hacer una lista de las cosas que tienes y determinar cuales realmente necesitas y cuales son caprichos, vanidades, etc.

- Ayudar en una obra de caridad haciendo una aportación significativa, de acuerdo con nuestras posibilidades.

- Enseñar a otros algo que sepamos hacer bien (sin olvidar de enseñarles los “secretos” que pudieras atesorar sobre el tema)

- Regalar o donar un bien al que sientas que te has apegado.

- Procura decir más veces “si” cuando te pidan algo prestado sin poner pretextos.

El valor del desprendimiento ayudará a nuestra sociedad a convertirnos en personas más altruistas y generosas, brindará un mejor ambiente en nuestras relaciones con amigos y familiares y nos convertirá en personas que tienen el corazón puesto en el lugar correcto.


Fuente: Salón Hogar.

DESHACERSE DE LO QUE NO SIRVE...



¿Tienes el hábito de juntar objetos inútiles creyendo que un día (no se sabe cuándo) podrás necesitarlos?.

¿Tienes el hábito de acumular dinero sólo para no gastarlo, pues piensas que en el futuro podrá hacerte falta?.

¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas hace bastante tiempo?.

¿Y dentro de ti? ¿Tienes el hábito de guardar enfados, resentimientos, tristezas, miedos, etc?.

¡No hagas eso. Es anti-prosperidad!

Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a tu vida. Es preciso eliminar lo que es inútil en ti y en tu vida, para que la prosperidad venga. Es la fuerza de ese vacío la que absorberá y atraerá todo lo que deseas.

Mientras estés material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades. Los bienes precisan circular. Limpia los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje…

Regala lo que ya no usas.

La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra la vida. No son los objetos guardados que estancan tu vida, sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podrá faltar y que no tendrá medios de proveer tus necesidades.

Con esa postura, estás enviando dos mensajes al cerebro y a tu vida:

1) Que no confías en el mañana.

2) Que crees que lo nuevo y lo mejor no es para ti, ya que te conformas con guardar cosas viejas e inútiles.

Despréndete de lo que perdió el color y el brillo, y deja entrar lo nuevo en tu casa y dentro de ti.


Fuente: Motivación Plus.
Envío que agradecemos a:
Carmen Gil Suárez.