ME ACOMPAÑA GENTE ESTUPENDA... DE "ESA GENTE QUE ME GUSTA"...

jueves, 30 de diciembre de 2010

"LA PEQUEÑA ESTRELLA DE NAVIDAD"


De entre todas las estrellas que brillan en el cielo, siempre había existido una más brillante y bella que las demás. Todos los planetas y estrellas del cielo la contemplaban con admiración, y se preguntaban cuál sería la importante misión que debía cumplir. Y lo mismo hacía la estrella, consciente de su incomparable belleza.

Las dudas se acabaron cuando un grupo de ángeles fue a buscar a la gran estrella:

- ¡Corre!. Ha llegado tu momento, el Señor te llama para encargarte una importante misión.

Y ella acudió tan rápido como pudo para enterarse de que debía indicar el lugar en que ocurriría el suceso más importante de la historia.
La estrella se llenó de orgullo, se vistió con sus mejores brillos, y se dispuso a seguir a los ángeles que le indicarían el lugar. Brillaba con tal fuerza y belleza, que podía ser vista desde todos los lugares de la tierra, y hasta un grupo de sabios decidió seguirla, sabedores de que debía indicar algo importante.

Durante días la estrella siguió a los ángeles, indicando el camino, ansiosa por descubrir cómo sería el lugar que iba a iluminar. Pero cuando los ángeles se pararon, y con gran alegría dijeron “Aquí es”, la estrella no lo podía creer. No había ni palacios, ni castillos, ni mansiones, ni oro ni joyas. Sólo un pequeño establo medio abandonado, sucio y maloliente.

- ¡Ah, no! ¡Eso no! ¡Yo no puedo desperdiciar mi brillo y mi belleza alumbrando un lugar como éste! ¡Yo nací para algo más grande!

Y aunque los ángeles trataron de calmarla, la furia de la estrella creció y creció, y llegó a juntar tanta soberbia y orgullo en su interior, que comenzó a arder. Y así se consumió en sí misma, desapareciendo.

¡Menudo problema! Tan sólo faltaban unos días para el gran momento, y se habían quedado sin estrella. Los ángeles, presa del pánico, corrieron al Cielo a contar a Dios lo que había ocurrido. Éste, después de meditar durante un momento, les dijo:

- Buscad y llamad entonces a la más pequeña, a la más humilde y alegre de todas las estrellas que encontréis.

Sorprendidos por el mandato, pero sin dudarlo, porque el Señor solía hacer esas cosas, los ángeles volaron por los cielos en busca de la más diminuta y alegre de las estrellas. Era una estrella pequeñísima, tan pequeña como un granito de arena. Se sabía tan poca cosa, que no daba ninguna importancia a su brillo, y dedicaba todo el tiempo a reír y charlar con sus amigas las estrellas más grandes. Cuando llegó ante el Señor, este le dijo:

- La estrella más perfecta de la creación, la más maravillosa y brillante, me ha fallado por su soberbia. He pensado que tú, la más humilde y alegre de todas las estrellas, serías la indicada para ocupar su lugar y alumbrar el hecho más importante de la historia: el nacimiento del Niño Dios en Belén.

Tanta emoción llenó a nuestra estrellita, y tanta alegría sintió, que ya había llegado a Belén tras los ángeles cuando se dio cuenta de que su brillo era insignificante y que, por más que lo intentara, no era capaz de brillar mucho más que una luciérnaga.

“Claro”, se dijo. “Pero cómo no lo habré pensado antes de aceptar el encargo. ¡Si soy la estrella más pequeña! Es totalmente imposible que yo pueda hacerlo tan bien como aquella gran estrella brillante... ¡Que pena! Mira que ir a desaprovechar una ocasión que envidiarían todas las estrellas del mundo...”.

Entonces pensó de nuevo “todas las estrellas del mundo”. ¡Seguro que estarían encantadas de participar en algo así! Y sin dudarlo, surcó los cielos con un mensaje para todas sus amigas:

"El 25 de diciembre, a medianoche, quiero compartir con vosotras la mayor gloria que puede haber para una estrella: ¡alumbrar el nacimiento de Dios! Os espero en el pueblecito de Belén, junto a un pequeño establo."

Y efectivamente, ninguna de las estrellas rechazó tan generosa invitación. Y tantas y tantas estrellas se juntaron, que entre todas formaron la Estrella de Navidad más bella que se haya visto nunca, aunque a nuestra estrellita ni siquiera se la distinguía entre tanto brillo. Y encantado por su excelente servicio, y en premio por su humildad y generosidad, Dios convirtió a la pequeña mensajera en una preciosa estrella fugaz, y le dio el don de conceder deseos cada vez que alguien viera su bellísima estela brillar en el cielo.


Autor: Pedro Pablo Sacristán
Tomado del sitio: www.cuentosparadormir.com

miércoles, 29 de diciembre de 2010

DAME CALMA SEÑOR


Déjame sentir la honda PAZ presente en cada experiencia, en la armonía de vivir.

Dame calma Señor, de manera que pueda entrar en la PAZ de tu bondad, dentro de mi corazón.

Dame PAZ de manera que vea tu bendición y tu amor divino en todas las cosas.

Guárdame de las palabras ofensivas y fantasías inútiles; calma la carrera de mi mente para que mis pensamientos tengan la claridad y el movimiento fácil del aire fresco que respiro.

Busco la serenidad de un lago tranquilo, la fuerza de un roble, el inmutable y sólido poder de las montañas.

Dame calma Señor, para que pueda admirar la belleza que has creado a mi alrededor.

Necesito tiempo para pensar, tiempo para buscar soluciones a los problemas que se me puedan presentar; tiempo para bendecirte y agradecer tu infinita bondad.

Dame calma Señor, es mi oración en este día y mientras siento que me tranquiliza tu presencia, siento la suavidad de tu mano en la mía.

¡Gracias Padre mío, por escucharme!.


Autora: Lucila García (Colombia)
Tomado del sitio: El Libro de la Esperanza.

UN PESEBRE CON DOS BEBÉS...


En 1994, dos americanos respondieron una invitación que les hiciera llegar el Departamento de Educación de Rusia. La invitación era para enseñar moral y ética en las escuelas públicas, basada en principios bíblicos.

Debían enseñar en prisiones, negocios, el departamento de bomberos de la policía y en un gran orfanato. En el orfanato había casi 100 niños y niñas que habían sido abandonados, abusados y dejados en manos del Estado.

De allí surgió esta historia relatada por los mismos visitantes:

Se acercaba la época de las fiestas, los niños del orfanato iban a escuchar por primera vez la historia tradicional de la Navidad. Les contamos acerca de María y José llegando a Belén, de como no encontraron lugar en las posadas, por lo que debieron ir a un establo, donde finalmente el niño Jesús nació y fue puesto en un pesebre. Algunos estaban sentados al borde de la silla tratando de captar cada palabra.

A lo largo de la historia, los chicos y los empleados del orfanato no podían contener su asombro. Una vez terminada la historia, les dimos a los chicos tres pequeños trozos de cartón para que hicieran un tosco pesebre.

A cada chico se le dio un cuadradito de papel cortado de unas servilletas amarillas que yo había llevado conmigo. En la ciudad no se podía encontrar un solo pedazo de papel de colores. Siguiendo las instrucciones, los chicos cortaron y doblaron el papel cuidadosamente colocando las tiras como paja.

Unos pequeños cuadraditos de franela, cortados de un viejo camisón que una señora americana se olvidó al partir de Rusia, fueron usados para hacerle la manta al bebé.

De un fieltro marrón que trajimos de los Estados Unidos, cortaron la figura de un bebé. Mientras los huérfanos estaban atareados armando sus pesebres, yo caminaba entre ellos para ver si necesitaban alguna ayuda.

Todo fue bien hasta que llegué donde el pequeño Misha estaba sentado. Parecía tener unos seis años y había terminado su trabajo. Cuando miré el pesebre quede sorprendido al no ver un solo niño dentro de el, sino dos. Llame rápidamente al traductor para que le preguntara por que había dos bebés en el pesebre.


Misha cruzó sus brazos y observando la escena del pesebre comenzó a repetir la historia muy seriamente. Por ser el relato de un niño que había escuchado la historia de Navidad una sola vez estaba muy bien, hasta que llego la parte donde María pone al bebé en el pesebre.

Allí Misha empezó a inventar su propio final para la historia, dijo:

Cuando María dejó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar para estar. Yo le dije que no tenía mamá ni papá, y que no tenía un lugar para estar.

Entonces Jesús me dijo que yo podía estar allí con Él.

Pero yo quería quedarme con Jesús, por eso pensé que cosa tenía que pudiese darle a Él como regalo; se me ocurrió que un buen regalo podría ser darle calor. Le dije que no podía, porque no tenía un regalo para darle.

Por eso le pregunté a Jesús:
-Si te doy calor, ¿ese sería un buen regalo para ti?- Y Jesús me dijo: -Si me das calor, ese sería el mejor regalo que jamás haya recibido-. Por eso me metí dentro del pesebre y Jesús me miró y me dijo que podía quedarme allí para siempre.

…Cuando el pequeño Misha terminó su historia, sus ojitos brillaban llenos de lágrimas empapando sus mejillas.

Se tapó la cara, agachó la cabeza sobre la mesa y sus hombros comenzaron a sacudirse en un llanto profundo… El pequeño huérfano había encontrado a alguien que jamás lo abandonaría ni abusaría de él.

Alguien que estaría con él para siempre. Gracias a Misha, yo aprendí que no son las cosas que tenemos en esta vida las que importan… sino a quienes tenemos, ellos son los que realmente importan.

No alardees de tu nacimiento, posición, cualidades o logros espirituales. Ten presente la naturaleza de todas las cosas, y vivirás una vida plena y llena de gozo.

Desconozco el autor/a.
Colaboración y envío que agradecemos a:
Pepe Ruiz Tacoronte.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

REFLEXIÓN ACERCA DE LA NAVIDAD.


Llegan las fiestas de Navidad, observamos las calles y casas decoradas, con una iluminación brillante y fantástica que hace que las noches tengan casi tanta claridad como el día...

Se disparan los anuncios publicitarios en televisión, es un auténtico bombardeo, bien podríamos jugar a cuantas marcas de perfume se ofrecen en un sólo corte publicitario, por ejemplo.

Se ha venido hablando de crisis, y lo que queda todavía por pasar...
Una crisis que parte y que lo es también, de valores y consciencia.

Cegados por consumir, se pierde de vista lo más importante, aquello que no se compra con dinero y es lo que realmente nos hace sentir bien de corazón en el trato humano: El silencio interior, la felicidad natural, la Paz y el AMOR es la verdadera esencia de la Navidad.

Se celebra el nacimiento de Jesús, un "hombre ejemplar", se hizo como nosotros para que veamos que si queremos, desde el libre albedrío, es posible seguir su camino... Él lo hizo desde abajo, no como un dios, sino como humano. Su vida nos muestra otra forma de ser y de hacer, nos inspira a cambiar de mentalidad a dejar atrás el egoísmo, la individualidad, a ser uno más con el otro, andando y acompañando a su lado...

Nos enseña a ser felices amando a los demás como a nosotros mismos.

Este tiempo nos brinda la oportunidad de recogernos y hacer balance...(también se puede hacer en otro momento del año, pero hablamos de una etapa completa, de un año transcurrido que vamos a dejar atrás ¡qué mejor despedida!).

No se si servirá de algo recordar que no es necesario comprar cosas innecesarias sólo por el mero hecho de "cumplir con la tradición", no permitas presiones externas que influyan en tu modo de pensar y sentir, comunícate con tus seres queridos, te sorprenderá comprobar como hay otras personas que sienten y piensan de forma similar. Hagamos PRESENTE el mensaje de Jesús, no lo adulteremos, la verdadera riqueza reside en el AMOR y los regalos auténticos son los que se hacen con el corazón y no de forma exclusiva en estos días, sino de manera constante y permanente en nuestra vida, con nuestros gestos, con una sonrisa, con la escucha y tendiendo una mano amiga cuando se necesita.

En Navidad también llegan las reuniones familiares, lamentablemente no siempre las relaciones entre sus miembros son armoniosas, en estos casos, más que decirte que renuncies al encuentro, te proponemos acercarte con una mirada y sentimiento diferentes: de apertura, de corazón a corazón, es el momento de hacer presente el mensaje esencial de Jesús practicando el perdón, la aceptación, la compasión y la empatía. Es una OPORTUNIDAD para poner en práctica el verdadero AMOR.

Como dijo Jesús de Nazaret: "Encuentra el Reino de Dios dentro de ti y todo lo demás se te dará por añadidura".

Jesús se hace niño, para que lo acojamos y le abracemos con cariño.

martes, 21 de diciembre de 2010

DULCE JESÚS MÍO - VILLANCICO.

LA AMISTAD. LAURA PAUSSINI.

EL PINO DE SAN MARTIN


Un día antes de Navidad, el cura del pequeño pueblo de St. Martin, en los Pirineos franceses, se preparaba para celebrar la misa, cuando empezó a sentir en el aire un perfume delicioso. Era invierno, y hacía mucho que las flores habían desaparecido, pero allí estaba ese aroma tan agradable, como si la primavera se estuviese adelantando.

Intrigado, salió de la iglesia para buscar el origen de semejante maravilla, y acabó encontrando a un muchacho sentado frente a la puerta de la escuela. Junto a él, había una especie de árbol de Navidad completamente dorado.

- Pero, ¡qué belleza de árbol! - dijo el párroco -. ¡Con ese aroma divino que desprende, parece que ha tocado el mismísimo cielo! ¡Y está hecho de oro puro! ¿Dónde lo conseguiste?

El joven no reaccionó con especial alegría a los comentarios del religioso. - Es cierto que este árbol, como usted lo llama, cada vez ha ido pesando más mientras lo cargaba hasta aquí caminando, y que las hojas se han puesto duras. Pero eso no puede ser oro, y me da miedo pensar en lo que dirán mis padres cuando vean lo que les traigo.

El muchacho relató entonces su historia:

- Hoy por la mañana salí hacia la ciudad de Tarbes para comprar un árbol de Navidad con el dinero que mi madre me había dado. Pero ocurrió que, al cruzar un poblado, vi a una señora mayor, sola, sin familia con quien celebrar la gran fiesta de la Cristiandad, y le di un poco de dinero para la cena, confiado en que luego sabría arrancarle un descuento al vendedor de la floristería.

"Al llegar a Tarbes, pasé frente a la gran prisión, y había allí algunas personas esperando la hora de la visita. Estaban todos tristes, pues iban a pasar esa noche lejos de sus seres queridos. Escuché que algunas de estas personas comentaban que ni siquiera habían conseguido comprar un pedazo de tarta. En ese mismo momento, impulsado por ese romanticismo que tienen los de mi edad, decidí compartir mi dinero con esas personas que lo necesitaban más que yo. Apenas guardaría una mínima cantidad para el almuerzo. Como el florista es amigo de mi familia, seguro que me daría el árbol, a cambio de que yo trabajase para él durante la semana siguiente, pagando así mi deuda. "Sin embargo, cuando llegué al mercado me enteré de que el florista que conocía no había ido a trabajar.

Intenté por todos los medios que alguien me prestase dinero para comprar el árbol en otro lugar, pero fue imposible. "Me dije a mí mismo que conseguiría pensar mejor con el estómago lleno, así que me dirigí a una fonda, pero se me cruzó un niño que parecía extranjero y me preguntó si podía darle alguna moneda, pues llevaba dos días sin comer. Imaginando que el niño Jesús alguna vez también debió pasar hambre, le entregué a este otro lo poco que me quedaba, y me volví para casa.

En el camino de regreso, le rompí una rama a un pino, y luego intenté retocarla, como podándola, pero fue poniéndose así de dura, que parece de metal, y no se parece ni de lejos al árbol de Navidad que mi madre está esperando.

- Pequeño amigo - dijo el cura -, el perfume de este árbol tuyo no deja lugar a dudas: ha sido tocado por los Cielos. Déjame contarte lo que falta de tu historia: "En cuanto te alejaste de aquella señora, ella inmediatamente pidió a la Virgen María, madre como ella, que te devolviese de alguna manera el favor recibido. Los familiares de los presos pensaron que se habían encontrado con un ángel, y rezaron agradeciéndoles a los ángeles las tartas que consiguieron comprar. Y el niño con el que te cruzaste, por su parte, le dio las gracias a Jesús por haber saciado su hambre. "La Virgen, los ángeles, y el propio Jesús escucharon las peticiones de toda la gente a la que ayudaste. Cuando rompiste la rama del pino, la Virgen puso en ella el perfume de la misericordia. Mientras caminabas, los ángeles iban tocando sus hojas, transformándolas en oro. Por último, con todo ya concluido, Jesús examinó el trabajo, lo bendijo, y a partir de ahora, a quien toque este árbol de Navidad se le perdonarán los pecados y se le cumplirán los deseos. Y así ocurrió.

Cuenta la leyenda que el pino sagrado aún se encuentra en St. Martin; pero su poder es tal que su bendición alcanza a todos los que ayudan al prójimo en la víspera de la Navidad, por muy lejos que se encuentren de este pequeño pueblo de los Pirineos.

Inspirado en una historia Jasídica.


Río de Janeiro, 15 de diciembre de 2010

Estimado lector: Como gesto de agradecimiento por el apoyo recibido a lo largo de 2010, y siendo fiel a la tradición de los años anteriores, quiero enviarte un cuento de Navidad que escribí para los periódicos de todo el mundo con los que colaboro. Que el universo conspire para que se cumplan tus deseos en 2011.


Colaboración y envío que agradecemos a:
Cristóbal Pérez Guzmán.

sábado, 11 de diciembre de 2010

EL SECRETO DE LA SALUD


"El secreto de la salud para -cuerpo y mente-
no es lamentarse por el pasado,
preocuparse por el futuro o anticipar problemas.
Sino vivir en el momento presente sabia y seriamente."


Desconozco el autor/a.
Fuente: mensajes positivos.

SENCILLEZ

¡Alégrate de ser quien eres!
¡Alégrate de ser tu mism@!

Descomplícate, libérate de lo superfluo y vano, de las preocupaciones por lo que otr@s tienen y tú crees que a ti te falta.

Simplifica tu vida disfrutando y agradeciendo lo que tienes y lo que eres.

Para vivir mejor se más espiritual, no precisas de tantas cosas materiales y perecederas.

Fuente: www.pensamientospositivos.biz

martes, 7 de diciembre de 2010

¡SIMPLEMENTE BELLÍSIMO! ASÍ DEBERÍA SER...

La vida es un jardín; lo que siembres en ella, te devolverá. Así que, elige semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más bellas. Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, es una simiente. Cada una tiene en sí el poder vital y germinativo. Procura, entonces, que caiga tu simiente en el surco abierto. Procura además, que sea como el trigo que da pan a los pueblos y no produzca espinas y cizañas que dejen estériles las almas.

Muchas veces sembrarás en el dolor, pero esa siembra, traerá frutos de gozo. A veces sembrarás llorando, pero ¿quién sabe si tu simiente no necesita del riego de tus lágrimas para que germine? No tomes las tormentas como castigos. Piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se hagan más profundas para que tu rosal resista mejor lo que habrá de venir. Y cuando tus hojas caigan, no te lamentes; serán tu propio abono, reverdecerás y tendrás flores nuevas.

Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, fructificará según como lo siembres. Ve y arroja el grano, ve abriendo el surco y siembra.

Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada es una simiente.


Desconozco el autor/a.

Colaboración y envío que agradecemos a:

Natalia Ojeda Ríos.


LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA.

(Imagen del Dr. Mario A. Puig)


Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.


Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.


Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)

IMA SANCHÍS - 18/10/ 2004


- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?


-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.


- ¿Psiconeuroinmunobiología?


-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.


- ¿De qué se trata?


-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.


- ¿Qué tipo de cambios?


-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.


- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?


-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.


- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?


-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.


- ¿Dice que no hay que ser razonable?


-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.


- Exagera.


-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.


- Más recursos...


-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.


- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?


-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".


-¿Seguro que no exagera?


-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado.No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.


- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?


-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.


- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?


-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.


- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?


-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.


- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.


-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.


- Deme alguna pista.


-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.


- Ver lo que hay y aceptarlo.


-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.



Fuente: La Vanguardia Digital.

Colaboración y envío que agradecemos a:

Natalia Oliva.