Nos acostumbramos a vivir en pequeños espacios y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor; y porque no se tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.
Y porque no miramos hacia afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas; y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.
Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud… Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde; a tomarnos un tentempié corriendo porque estamos atrasados; acostumbramos a no mirar para afuera.
A leer el periódico en la guagua porque no podemos perder tiempo; a comer "cualquier cosa" porque no da tiempo para almorzar; a salir del trabajo ya de noche; a dormir en el transporte porque estamos cansados; a cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.
Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo; a esperar el día entero y finalmente oír en el teléfono: “Es que hoy no puedo ir…” -A ver cuándo nos vemos... -Pronto, seguro-... Quizás la próxima semana... Y nos vamos engañando a nosotros mismos.
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta; a ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos. Si el cine está lleno nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello. Si el trabajo está complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana. Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado que recuperar.
Nos acostumbramos a ahorrar vida… Que igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados...
¡NOS PERDEMOS VIVIR!…
Existe un dicho:
Desconozco el autor/a.
Colaboración que agradecemos a Natalia Ojeda Ríos.
Dice Natalia a Eu:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No dudes en expresar tu opinión. ¡Construyamos!