El futuro lo creas basándote en lo que piensas, sientes y haces en el presente. Si actúas respondiendo desde tus valores, te es fácil confiar en tu destino. Eso fortalece tu esperanza en que todo irá bien y, de lo contrario, conoces y confías en tus recursos internos para afrontar y cambiar. Esa confianza alimenta el entusiasmo, la energía motora que, con motivación y pasión, nos ayuda a avanzar.
Mantén la lámpara de la esperanza encendida.
Tú puedes.
Lo conseguirás.
El cambio se hará realidad.
Te liberarás de las sombras de los miedos, bloqueos y de las demás limitaciones que te debilitan.
Al vivir la vida como una oportunidad constante de crecimiento personal y de aprendizaje, mantienes la esperanza siempre viva.
REGÁLATE MOMENTOS DE SILENCIO al iniciar el día, durante el día, y al terminar la jornada, para conectar con lo esencial de tu ser. Así tu conciencia se mantiene despierta viviendo tu esperanza, tu motivación y tus valores.
Con entusiasmo, esperanza y valentía puedes alcanzar grandes objetivos en tu vida.
¿A qué esperas entonces?...
¡Ánimo y SIEMPRE ADELANTE!.
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