MISIÓN DE AMOR

¿No has pensado que cada uno de nosotros somos el milagro de Amor más maravilloso? ¿Y que poseemos los dones y capacidades para hacer que cada día se convierta en un milagro lleno de trabajo para nuestro crecimiento de fe en que nunca estamos solos?

¿De saber que el Amor es el poder que todos tenemos y que cuando se aprende a compartir realmente se aprende a vivir?

¿De sentir que podemos adquirir paciencia, templanza, bondad, sabiduría? ¿De que nuestra seguridad no se basa únicamente en el poder de lo que tenemos? ¿O del que da el dinero? ¿O el desenvolvimiento dentro de un grupo social?

Porque todo lo que es del mundo es efímero. Así no, la seguridad que da la plena confianza de saberse parte integral de un Todo que es Luz, Equilibrio, Armonía, Paz, que es Eterno.

Entonces, no busquemos estos milagros fuera de nosotros porque nos sentiremos decepcionados, frustrados, enfadados y todos estos sentimientos se verán reflejados en nuestros pensamientos y acciones y en los frutos que cosecharemos en el Camino. ¿Desde cuándo no contamos cuántos milagros palpables tenemos y son renovados en cada instante?

¡Reflexionemos sobre esto!

Si aún el mundo con su torbellino ha dejado un poco de tiempo que sólo puede ser nuestro, ese espacio donde nada ni nadie puede penetrar, porque sólo nosotros poseemos la llave dorada que abre la puerta hacia la verdad que nos hará por siempre libres.

No esperemos hechos que deslumbren, maravillen y aturdan, porque nos confundiremos. No nos dejemos llevar por los sentimientos de los demás, sino por la Luz interior que poseemos pero que se encuentra tan profundamente dentro, sin saber que ahí está la guía que nos conducirá siempre, silenciosamente primero hacia nosotros mismos y luego nos preparará para ser reflejos del Espíritu de Luz.

Ahora lo que necesitamos es nuestro tiempo para recibir alimento espiritual y sólo nosotros tenemos la libertad de elegir seguir en la oscuridad o hacer de nuestra permanencia en el mundo el más grande y hermoso milagro, basado en la seguridad que proporciona una fe consciente y un ser portador de dones inagotables como son la Luz y el Amor que recibimos siempre de la Fuente Universal.

No confundamos, por lo tanto, la ayuda superior amorosa y luminosa que estamos recibiendo con "milagros", ni esperemos soluciones que sólo nosotros mismos podremos proporcionarnos. No podemos caminar por los demás, sino ayudarles a caminar. Nos es permitido, dado y recibido guía, instrucción, consejo, conocimiento, pero sobre todo entendamos que la humanidad no puede ni debe seguir en la oscuridad que él ha creado y fomentado, porque su razón no está ahí, sino en el principio de ser.

Usemos, por lo tanto, la llave dorada que nos conducirá hacia el maravilloso mundo interior, que nos permitirá sentirnos poseedores del mayor de los milagros: La Presencia Divina con su Luz y Amor.

Remitido por la Hna. Dominga Rodríguez.

Nota adjunta: Muy queridas/os todas: Sólo unas líneas para saludarles y pedirles oraciones. Estaré hasta el dia 4 de Enero de E. Espirituales. También yo les tendré presentes en mis oraciones.

Un abrazo grande. Hna. Dga.