EN BUSCA DE LA FELICIDAD

¿Qué crees que necesitas para ser feliz? ¿Qué cosas quisieras tener para experimentar felicidad? ¿Qué personas necesitas tener a tu lado para sentirte feliz? o ¿Qué circunstancias necesitas que cambien para que seas feliz?...

Hay personas que nunca se sienten realizadas.

Muchas cosas le fastidian y le molestan. Van por este hermoso mundo corriendo desesperad@s como un niño que se afana en perseguir el arco iris. A pesar del serio esfuerzo del menor y su intento de acercarse, el arco iris parece burlonamente alejarse. Para estas personas, la felicidad siempre se haya más allá de donde ellos se encuentran.

Un joven me decía: "Me casaré cuando encuentre la persona que traiga satisfacción a mi vida". Con esa filosofía de vida algunos piensan: "cuando encuentre a mi cónyuge", -entonces seré feliz-. Otros que ya lo han encontrado y se han decepcionado piensan; -"cuando me separe de mi marido, entonces seré feliz"-. Algunos dicen: -cuando tenga hijos seré feliz- y otros -cuando se marchen-, entonces... comenzará mi felicidad.

Para ellos tengo una mala noticia (y si tú piensas así, también te incluiría a ti). Podrás tener riquezas y ser infeliz, estar rodeado de las personas más amorosas y vivir las circunstancias ideales, pero eso no quitará que la vida te siga sorprendiendo con episodios que te agradarán y otros que no.

La felicidad no se descubre al encontrar a la persona apropiada sino en ser la persona adecuada. La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.

La felicidad la encuentra la persona que aprende a vivir sabiamente. Establece relaciones saludables, pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable. Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño, sin maltratar pero con inteligencia. La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas y no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso. No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe como evitarlas y cuando es imposible, sabe como curarlas. No es feliz quien nunca tiene problemas o todo tiene resuelto, sino quien cuando éstos llegan, los afronta sabiamente y cuando no puede busca ayuda inmediatamente.

Por tanto, y por tu propio bien deja de buscar la felicidad en las cosas, personas o circunstancias que te rodean y comienza a cambiar desde tu interior las actitudes que te están afectando.

Autor: David Hormachea.

Conferencista y consejero familiar.

Fuente: Integridad.com

Envío que agradecemos a: Natalia Oliva.