Hoy hemos tenido un amanecer limpio y nítido.
Resplandeciente se veía el hermano Teide, cubierto de un manto blanco, simulando a un abrigo de invierno.
-¿Te has dado cuenta, que cada día es diferente en su diseño?-...
Las nubes que salpican el cielo son de distinta forma, color y grosor, la estampa de los paisajes varía según si hemos tenido lluvia o sol...
Hemos de alzar la mirada, elevarla en un intento de ver más allá, no para alcanzar el horizonte perdido, sino para ver la maravilla del milagro de un nuevo día, un regalo que no todos tienen... aún, bajo este mismo techo que nos cubre y es el cielo, a día de hoy existen zonas en el mundo donde impera la guerra y el miedo. O incluso panoramas tan desoladores como el hambre y el desierto, la ausencia de una mano solidaria que se de cuenta que hay personas, como nosotros, que por el simple hecho fortuito de nacer en otro sitio corre con distinta suerte. No hay que culpar o responsabilizar al azar, desde nuestro lugar siempre que queramos, se puede hacer algo. Ya eso, es tarea de cada uno, una responsabilidad personal e intransferible.
La pregunta es: ¿Qué haremos hoy de utilidad en el medio en el que nos desenvolvemos y nos toca vivir?... Ni tan siquiera se nos pide una utopía, sino algo cercano y sencillo.
¡Colaboremos, al menos con un gesto!.
Si tod@s y cada un@ hiciésemos "un algo" pequeño, no tiene por que ser extraordinario, en algo beneficiaríamos al mundo que habitamos.
Eu
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