Evita las fuentes negativas: gente, lugares, cosas y hábitos.
Cree en ti mismo/a.
Considera las cosas desde cada ángulo
¡No pospongas la alegría!
Vive el hoy: El ayer es historia, el mañana un misterio, el hoy un regalo, por eso se le llama “presente”.
Disfruta de tus tesoros: tu familia y tus amigos.
Deshazte de la rabia.
Ignora a los que intenten desalentarte.
Sigue aprendiendo cosas nuevas.
Busca el humor en tu día a día.
Haz sonreír a los demás.
Nunca mientas, hagas trampas o robes y busca la justicia.
Abre los ojos, y descubre la belleza a tu alrededor.
Sigue jugando: No dejas de jugar porque te haces viejo, sino que te haces viejo porque dejas de jugar…
Reserva un rato de relajación para restaurar tu equilibrio.
Párate a oler las flores del camino.
Hazte cargo de lo que puedas y deja que los demás hagan el resto.
Entiende a los demás primero, después intenta que te comprendan.
Visualiza tus recuerdos felices.
Trabaja en hacer feliz a los demás.
Ejercita tu derecho a ser único.
Ríe y no te tomes demasiado en serio.
La felicidad es como el perfume:
¡no puedes dispersarlo en otros sin conseguir no impregnarte de él!
Desconozco el autor/a.
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