Ante todo, hay que vivir con mucha calma y procurando no perder los nervios. Y si además se comparten y disfrutan muchas diversiones, proyectos y actividades con amigos, familiares y conocidos, ¡mucho mejor! Sosiego y sociabilidad: son algo así el acero y los remaches para todos aquellos que quieran forjarse un sólido y duradero escudo contra el progresivo deterioro del cerebro, de acuerdo a las últimas investigaciones.
De acuerdo a un trabajo publicado en la revista Neurology, aquellas personas con mucha vida social y que no se estresan fácilmente parecen menos proclives a padecer una demencia. Los investigadores indagaron a través de cuestionarios a 506 personas mayores sin demencia.
Analizaron la personalidad de estos individuos, centrándose en su capacidad para relacionarse con otra gente, así como en su estilo de vida y en su grado de nerviosismo y vulnerabilidad ante las situaciones de estrés. Así encontraron que aquellos participantes que no se estresaban con facilidad, se mostraban más sosegados y satisfechos, en tanto que los más propensos a caer bajo los efectos del estrés, experimentaban rasgos de nerviosismo e inestabilidad emocional.
Asimismo las personas que lograron mayores puntuaciones en la escala que indicaba su grado de extroversión, eran más activos desde un punto de vista social y también más optimistas. Durante los seis años a lo largo de los cuales fueron seguidos los participantes en la investigación, 144 de ellos fueron diagnosticados con demencia.
Los investigadores comprobaron que las personas de temperamento calmado pero introvertido mostraban un 50% menos de riesgo de sufrir demencia que aquellos que además de estar aislados socialmente eran propensos al estrés.
Las posibilidades de demencia también fueron un 50% inferior en quienes además de relajados eran extrovertidos, en comparación con aquellos que eran sociables pero estresados.
No obstante, aunque es un primer paso prometedor, los investigadores reconocen que se necesitan más trabajos para determinar si las personas felices son menos propensas a desarrollar demencia o si el Alzheimer tiene alguna influencia sobre el bienestar incluso antes de que presente síntomas.
Los estilos de vida socialmente activos pueden ayudar a disminuir el deterioro mental en las personas de mayor edad.
Una partida de cartas, planear ese viaje que siempre se ha querido hacer o una sencilla merienda en buena compañía puede ser la mejor terapia de rejuvenecimiento.
Autora: Mª Jesús Rivas. Reportajes EFE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No dudes en expresar tu opinión. ¡Construyamos!